La limpieza de los Cristales y piedras tiene el propósito de liberarlos de cualquier energía que hayan acumulado o almacenado en su interior, para dejarlos con su carga original.
Existen varios métodos, pero uno de los mejores métodos para limpiar y volver a recargar nuestras piedras, es:
Método del agua corriente y la sal
Si dispones de aguas naturales mejor (un río, manantial, fuente…), en caso negativo, utiliza el agua del grifo, déjala correr un poco hasta que salga a temperatura ambiente y, con los cristales en las manos, dispuestas a modo de cuenco, deja que el agua fluya entre ellos durante unos minutos.
Durante este espacio de tiempo debes sentir que las piedras se van limpiando de sus energías negativas al mismo tiempo
que pronuncias palabras como: ”El agua limpia mis piedras y voy sintiendo su efecto, que asciende por mis muñecas y brazos y se extiende por todo mi cuerpo”.
Es importante que cada vez que compremos o nos regalen una piedra hagamos este ritual de purificación, ya que las piedras sólo con tocarlas se quedan impregnadas con la energía de esa persona.
Una vez pasadas por agua, procederemos a secarlas y colocarlas en sal. La sal, preferiblemente no procesada, goza de muy buenas virtudes entre las que destacan la protección y la limpieza. Por ello, cuando queramos limpiar nuestros minerales, cogeremos un buen puñado de sal e introduciremos en él el mineral que queramos energetizar; cubriéndolo por entero. Podemos hacerlo, por ejemplo, poniendo la sal en un vaso, cuenco o plato de cristal preferiblemente.
Hay que tener cuidado, porque no todas las piedras se pueden lavar ya que hay algunas que pueden perder su color o estropearse debido a su porosidad.
Te darás cuenta de cuando un Cristal o Piedra están cargados o agotados pues se ven opacos, pierden su brillo, o están calientes, pegajosos o pesados o sin vida.
PIEDRAS QUE NO SE DEBEN LAVAR
Cuando acabas de comprar una piedra o cuando acabas de recibirla como regalo tienes que PURIFICARLA. Esta purificación es necesaria para devolverle a esta piedra sus características sin las cargas adicionales de las personas que las han tocado.
Anteriormente hemos comentado uno de los métodos para la limpieza de nuestros minerales, la limpieza con agua y sal, pero claro, no siempre conocemos la dureza de la piedra, o cómo le puede afectar, así que es arriesgarse mucho y puede ser corroída por la sal. Así que explicaremos otras opciones para la limpieza de nuestras piedras.
Exposición al Sol
Hay que tener en cuenta que hay piedras que no se pueden mojar (Malaquita, Selenita, Rosa del Desierto, Turmalina, piedra de sal del Himalaya, etc.) o no pueden tocar la sal (Citrino, Malaquita, etc.), ya que su superficie se dañaría, por eso, la mayoría de las veces, la mejor manera de cargar y limpiar tus piezas es con la luz y energía maravillosa del Sol.
Debes poner especial cuidado con la Fluorita o Cuarzo Rosa ya que no debe exponerse mucho tiempo al sol. Hay que tener, también mucho cuidado con la Amatista porque no se debe exponer a la luz del sol (porque pierde su color) pero si a la luz de la luna. Si queremos exposición solar, debemos procurar que sea a primeras horas del día.
Drusa o Geoda de Amatista, Cuarzo o Cuarzo Citrino, se utilizan para colocar tus piedras encima de ellas para que las drusas las carguen. Lo podemos hacer durante 2 o 3 horas. Las Drusas o Geodas limpiaran tu piedra completamente y neutralizaran todas las vibraciones negativas.
Enterrando tu piedra en la tierra
En tu jardín (cuidado con tierras ácidas) o en el campo. Si no tienes jardín puedes utilizar una maceta. Dejarla enterrada al menos durante siete días. Pueden permanecer enterradas durante periodos más largos si las piedras recibieron daños o las que se rompieron un poco, para intentar devolverles algo de vitalidad.
Si una piedra se parte o rompe, algo bastante habitual en las piedras de protección, significará que la piedra cumplió su misión y que debe de ser sustituida por otra piedra, y habría que devolverla a su entorno (enterrarla) o bien la lanzaremos al mar.
Sobre un plato con un poco de sal
No introducir el mineral u objeto con piedra natural en agua con sal, nuestra piedra perderá brillo y hay algunas que por su porosidad, se estropearían. Si queremos recargar la energía de la piedra es suficiente depositarla sobre un plato con un poco de sal, en seco, y dejarla una media hora, ya que si hay cierta humedad en el ambiente podría de igual modo dañar la piedra.
Por humo
Con incienso pero no el incienso de baja calidad, sino especial, como Copal, Mirra, Ámbar, Palo Santo. Inciensos poderosos u otras resinas medicinales que liberan aromas limpiadores. Es muy eficaz. Hay que situar la piedra de manera que el humo la envuelva durante bastante tiempo por eliminarle las cargas negativas.
Por sonido
Los cuencos tibetanos o campanas planas, son un método eficaz para la purificación de las piedras. Canalización de energía y Reiki. Limpiarlas a través de la canalización por el corazón y las manos de la Luz Violeta transmutadora, Luz azul, Luz verde.
Encima de hierbas
Colocando nuestras piedras entre hierbas trituradas, siendo las más usuales las de romero, boldo, albahaca, y eucalipto.
Tipos de recarga
- La luz del día y la noche durante 24 horas. Es mejor que la luz del sol no incida directamente en las piedras sobre todo en ciertos casos en que podemos dañar la belleza de nuestra piedra.
- Luz de luna, pero hay que tener en cuenta si la piedra es lunar o no.
- Poniéndolas sobre una drusa o dentro de una geoda de Amatista, de Cuarzo o de Citrino.
- Llevándolas hacia el y visualizando que se recarga.
- Con Reiki o canalización de energía universal.
Por último vamos a visualizar la función de la piedra, en lo que queremos que nos ayude. En esto influirán las propiedades de dichas piedras.
- Con la intención. Tomamos el cristal y nos lo llevamos a la frente mientras repetimos mensajes positivos y después soplamos sobre ella. Estos mensajes positivos son los que se usan para hacer las afirmaciones usadas en sanación.
Si en algún momento la piedra se rompe, esto significa que, o bien a terminado su función o que te ha protegido de algo. Cuando suceda esto, no se debe tirar a la basura, devuélvela a la tierra, entiérrala.
También puede suceder otra cosa, que consigas una piedra que te gusta y la pierda se te pierda una vez, la vuelvas a conseguir y se te pierda otra vez, en ese caso no insistas, la próxima vez elige otra, ya que esa piedra no está hecha para ti y puede ser que haya pasado por tus manos para poder llegar a otra persona.
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